Una frutería de barrio. Hay lugares más glamourosos en los que comenzar un sueño, pero imagino que no había presupuesto para más.
Parmenio y yo estamos agazapados entre las cajas de naranjas. El plan: cuando el tipo que intenta raptar a mi madre se presente, haciendo el disimulado, mi madre, perfectamente disfrazada de House, se acercará, él intentará raptarla (entonces, ¿para ¡qué! ¡cojones! debe disfrazarse de House?) y nosotros apareceremos y reduciremos al individuo.
Bien, el individuo en cuestión es alto, tiene bigote y viste un smoking blanco. Además, lleva un buen rato mirando melocotones.
Entonces, por la izquierda, aparece House (aunque todo el mundo sabe que es mi madre), y de repente la tienda se llena de una multitud y los secuaces del hombre del smoking blanco intentan reducirnos.
Salto y me tiro encima del cuello de uno de ellos hasta que se cae, y al hacerlo, me despierto.
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