martes, 28 de septiembre de 2010

Sueño vigésimo segundo: Azogue

Hoy he soñado que estaba leyendo azogue, en la parte en que Enoch llega al embarcadero de Boston. Recuerdo que me cagaba en todo porque alguien había escrito, en boli rojo, todos los "Como" interrogativos que faltaban por culpa de un error de imprenta. Me fastidiaba que no llevasen acento, pero admitía que era una caligrafía muy mona.

También había una ilustración de Napoleón tirándole pasta de papel a un viejo inglés recién levantado.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Sueño vigésimo primero: Eh...

Salido y yo cocinando, imagino que eso ya basta para que la mayoría de vosotros lo consideréis una de las pesadillas más demenciales que imaginarse pueda. En fin, al menos la sopa tiene buena pinta. Ahora sólo falta meterla en el horno. Muy bien, por supuesto.
Abro el horno con despreocupada felicidad, como si formase parte del kitsch de Kundera, y un rayo de preocupación me cruza el rostro. ¡Horror! El horno está ocupado por los cocarrois de mi madre. Evidentemente sólo puedo hacer una cosa: llamar a mi profesora de catalán para que me acompañe a casa de un amigo de infancia que hace años que no veo. No en vano vive en el mismo bloque de pisos.
Llamo. No hay problema, dice. Presumo que lo dice en catalán, pero mis sueños están normalizados lingüísticamente. Siguen la lengua de mis pensamientos.
Pájaro, pájaro, ojo.
Bajo a su casa y toco, pero dentro hay una fiesta de alumnos de teatro. El tipo que me abre la puerta me es conocido: su melena pelirroja lo delata. Sigo bajando hasta la entrada, y veo a mi profesora tirada hablando por teléfono.
Lo siguiente que recuerdo es a ella diciéndome que me agarre fuerte a la bicicleta y una escena sacada del GTA San Andreas, esquivando coches a toda velocidad mientras decido que, para que el caldo de ambos platos no se me caiga, lo mejor es ponerlos de perfil.
Llegamos a la finca, una torre de pisos protegida por contraseña que parece sacada de alguna película de espías. Recuerdo que la contraseña empezaba por siete, así que comienzo a marcar... y resulta que sólo era siete. Las puertas se abren y dejo a mi profesora esperando abajo mientras entro en el ascensor, donde me encuentro a dos señores vestidos con elegantes trajes de ejecutivo que me sonríen. Debo ir a la séptima -oh, vaya- planta, pero cuando el ascensor llega a la duodécima planta, comprendo que vamos a salir disparados.

Al bajar después de calentar la sopa, mi profesora me echa la bronca por haber tardado tanto. Me he tenido que comer un kebab, me dice. Presumo que lo dice en catalán.

jueves, 15 de julio de 2010

Sueño #40 - Monjas zombies

Internado de monjas. Tengo unos doce años, voy en uniforme de colegiala y llevo dos coletas. Corro por los pasillos con dos amigas, aunque normalmente las monjas nos lo prohíben. Claro que a estas alturas ya no queda ninguna; ninguna que no sea un zombie. En este momento unos cinco o seis zombies nos persiguen babeando y haciendo esfuerzos sobrehumanos (sobrezombies) por no descoyuntarse en plena carrera. Nosotras hacemos uso de todo lo que nuestras piernecitas de preadolescentes nos dan para conseguir cerrar una pesada puerta en sus narices y conseguir unos segundos para tomar aliento.
Lo que hace cuestión de horas era nuestro internado, ahora es un gran hervidero de chillidos, gruñidos y sonidos de gente corriendo, o intentándolo. Por alguna razón, el mundo se vuelve zombie.
En ese momento escuchamos perplejas un grupo coral practicando canto gregoriano. Nos asomamos al recibidor para comprobar que un grupo de profesores le cantan solemnemente a Dios como si éste nos fuera a ayudar en este peliagudo momento. Mis amigas no lo dudan un instante y se tiran a ellos para conseguir ayuda. Poco saben que su intención al cantar no era para recibir ayuda divina; era para recibir comida.
Tratando de hacerle el menor caso posible al cánon de canto gregoriano, gritos y huesos quebrándose, consigo trepar por una estantería, porque se ve que los zombies saben cantar pero no trepar. En un último intento por salvar mi vida, brinco encima de una lámpara y sobrevuelo en plan Tarzán a una multitud de personal zombie. No sé como consigo escalar hasta el primer piso donde me encuentro a una profesora no zombie de unos 60 años que nos abre al paso al exterior con su escopeta.
Allí nos espera un autobús de supervivientes de diferentes puntos de la ciudad, y emprendemos el camino a la salvación.
Por descontado no faltará la paradita en el centro comercial para repostar comida y armas, donde por supuesto nos espera una nueva horda de no-muertos que por lo visto cada vez se vuelven más inteligentes (en éste caso nos los encontramos jugando en la juguetería en plan Gremlin), después haremos estellar el centro con dinamita, y finalmente nos reuniremos en el cuartel general de los supervivientes donde practicamos tiro desde la terraza y pensamos formas de acabar con todos (viruses solo efectivos en zombies?, rociarlos con esencia de humano para que se coman entre ellos?, hacer explotar una bomba nuclear?).
Por último, mi padre comenta que una señora con el cerebro al descubierto está tocando al timbre, y pregunta si la abrimos.

En ese momento noto la agradable sensación de estar transportándome a otro mundo y aparezco en mi habitación, recién despertada y aliviada de que todo haya sido un sueño. Por si acaso, miro de reojo la ventana.

jueves, 3 de junio de 2010

Sueño #38 - Perro zombie

Es el holocausto zombie. Soy del pequeño grupo de personas que quedan en Mallorca, y nos refugiamos en Es Fortí. Nuestra base tiene todo lo que necesitamos, y mientras los zombies de fuera se matan en entre ellos nosotros vivimos bien. Llega un punto en que parece que no queda ningún zombie, y todos lo celebramos. Pero durante la fiesta aparecen nuevamente y salimos corriendo.
En la huida me encuentro un perro zombie que parece un lobo. Mientras tiene las fauces en mi brazo y me está casi mordiendo le pido que porfavor no me coma, que en lugar de a mí muerda a una vaca que de repente pasa por ahí. Increíblemente me hace caso y al morder la carne de vaca se vuelve normal.
Muy contenta corro otra vez hacia la base junto al perro contentos de haber descubierto la cura.

domingo, 23 de mayo de 2010

Sueño #38 - Velocirraptor

Estoy en un centro comercial. Conmigo están Fran y mi primo Marc con sus amiguitos. Voy paseando por la juguetería y veo un juguete particularmente realista de un velocirraptor. Cuando me acerco veo que no es un juguete. El dinosaurio puede comprarse y adiestrarse, y cuando sea mayor podrá hacer batallas como si fuera un Pokémon. A mí me parece horroroso pero Fran quiere comprárselo y me insiste mucho.
Al final accedo pero cuando voy a tocarlo, me muerde. Finalmente lo acaricio y consigo hacerme su amiga.

*Nótese el parecido desenlace con el anterior sueño


- Hacía mucho tiempo que no soñaba velocirraptores, pero de pequeña era uno de mis máximos temores.

Sueño #37 - Lobos

Estoy en mi futura casa, un caserón bastante grande en medio del campo, con mucho terreno que desciende, como la casa de Fran pero mucho más grande. En mi terreno hay un bosque y en él hay muchos lobos.
Mientras estoy regando las plantas me veo que unos diez lobos me están mirando fijamente. Es una conducta muy extraña y aviso a Fran, que vive conmigo. Entonces bajo un poco para tocar a uno de los lobos y este se abalanza sobre mí y me muerde. Fran me grita que corra, pero en lugar de eso le acaricio y lentamente el lobo deja de morderme, se vuelve manso y me hago su amiga.

sábado, 3 de abril de 2010

Sueño #36 - Princesa medieval

Soy una princesa de la España medieval llamada Isabel, y estoy viajando en carro por una llanura desértica con todo mi séquito. De pronto oímos unos espantosos rugidos y el cielo se llena de criaturas negras y puntiagudas: dragones. A todo el mundo le entra el pánico y huyen, en vez de protegerme a mí, cabrones, pero entonces viene un apuesto rey barbudo y los mata a todos con su gran espada. El rey en cuestión es Jaume I, y al yo agradecerle que me haya salvado me pide como recompensa que me case con él.
La verdad, me fastidia un poco que el tío vaya de guay por la vida y se crea tener derecho a mí sólo por salvarme, pero en fin, es el medievo, y seguro que folla bien (eso lo piensa Isabel, no yo!!).
Así que nos casamos, vivimos en el Castillo de Bellver y yo vivo toda la vida con angustia porque no, no folla bien.

El escenario no cambia, pero yo ya no soy Isabel sino una niñita campesina que juega en el bosque de Bellver, abajo del castillo, con otros niños de mi edad, a pilla pilla, a caballeros y demás. Por ahí hay un niño muy mono que a mí me cae muy bien, y cuando voy a jugar con él me cuenta su más grande secreto que no puedo contar a nadie: no es gay.
"Ohh vaya! Eso sí no me lo esperaba! ¿No es gay? ¿En serio? ¡Oh, ojalá no hubiera prometido contarlo, porque es el notición del siglo!" - pienso.

sábado, 27 de marzo de 2010

Sueño vigésimo: Caaaaaaaaaaa

Cuando cogí el avión de vuelta para Palma llevaba ya veintitrés horas sin dormir, y me había recorrido el treayecto Glasgow-Fort William-Inverness-Stirling-Glasgow (unos 600 km) en unas diez horas repletas de mareo de autobús (debo mencionar aquí que nuestro chófer, Alaistair, es el conductor de autobuses más simpático que conocerse pueda). Cerré los ojos, escuchando a las azafatas de vuelo hablar en inglés sobre las medidas de seguridad que tomar para el viaje. Para mi sorpresa, lo entiendo perfectamente.
Leche y cerdos. La leche que toman los cerdos no es del todo buena, así que deberíamos ayudarlos a dar una leche mejor para las matanzas... Haciendo algo. Es sólo que no recuerdo qué. Aunque después aparece un cerdo corriendo hacia una verja recortada en negro con dos tipos vestidos de Dimoni adorándolo con extraños movimientos de brazo.
Y es por eso, supongo, Freud quizá tenga la respuesta, que acabo pensando en la historia de Jack el Destripador.

martes, 23 de marzo de 2010

Sueño #35 - Súper Burger

Alguien ha organizado una gimcana por toda la ciudad. No sé cual es el objetivo de dicha gimcana, pero yo y amigos indefinidos participamos en ella tranquilamente sin otro motivo que pasar el rato.
Sin haber conseguido nada, nos paramos a comer en un Burger King, y como somos muchos ocupamos una gran mesa redonda. Empezamos a comernos nuestras hamburguesas, pero en ese momento vienen unos pijos con peluquines de risa y se instalan con todo el morro con nosotros. Les pedimos educadamente que se pongan en otra mesa, que la nuestra ya está muy ocupada, pero ellos se ponen pesaditos porque según ellos "esa es su mesa del burguer, y nadie nos la quita"
Indignada con los semejantes papanatas tocapelotas esos, veo que en la puerta del Burger un cartel pone: ¿Te está molestando alguien? No dudes en llamar a... ¡Súper Burger!
Le llamo, o le invoco o algo y aparece un señor muy cachas con unas mallas blancas de licra y el logotipo de una hamburguesa en la frente.
Inmeditamente, el pijo jefe intenta entablar una conversación con él para hecharnos a nosotros la culpa, pero es inglés y sólo me entiende a mí.
Muy satisfecha, le explico nuestro problema al señor, y éste no duda en hacer justicia: le tira una tarrina de salsa Deluxe en el ojo al Pijo Jefe.
Todos reímos.

Sueño #34 - Resident Evil

Me mudo a un piso ruinoso con algunos amigos. Creo que vivimos en una ciudad tipo Barcelona o Madrid; no estoy en casa. Nada más llegar empezamos a jugar a un juego de zombies de realidad virtual, en el que nosotros somos cazadores y nuestra casa ruinosa casi una jungla llena de mutantes podridos. Llevamos grandes armas y trajes militares. Sé que es un juego, pero siento mucho miedo. Siento a la vez diversión y emoción; cuando los zombies están cerca de mí siento mucho pánico. Pero cuando queremos podemos parar el juego dandole a Pausa.
Uno de mis amigos quiere salir para comprar. Es entonces cuando nos damos cuenta de que la puerta de la entrada no se abrirá hasta que no nos pasemos el juego. Estamos atrapados.

Claves
- Yo y los demás debemos ser estudiantes universitarios, pero no hacemos nada más que jugar al videojuego.
- Mis amigos me intranquilizan. Por una parte me lo paso bien con ellos, pero no confío en ellos y tengo la sensación de que cada vez que perdemos es por un fallo suyo. Todo está lleno de zombies, no normales, sino mutados.
- Nuestra casa es ruinosa; en la realidad virtual se añade vegetación que lo hace parecer una jungla. No tenemos habitaciones normales. Nos alimentamos de la comida que hay apilada en bosas del súper en un rincón. No es un entorno precisamente apto para vivir en él.
- El juego comienza como algo divertido, emocionante, para pasar el rato. Cuando llego a la conclusión de que estamos atrapadas siento rabia contra mí misma por haber comenzado a jugar, mezclado con pavor e intranquilidad.
- Mi objetivo es acabar la partida lo más rápido posible e irme de ahí.


Colores


Verdes militares sobretodo; nuestra ropa, armas y casa en general son de ese color. Las paredes son amarillentas, con manchas de humedad. Los zombies son impactantemente grises.

Otros

Una situación estudiantil parecida a la de Marte Explota http://almohadaexperimental.blogspot.com/2010/03/sueno-32-marte-explota.html

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sueño #33 - Rosas que deberían ser para mí

Estoy en el pasado, a uno o dos años de diferencia del momento actual. Tengo un amigo que se llama Fran. Una parte de mí que corresponde con mi yo actual sabe que es mi novio (o lo será en el futuro), pero mi parte pasada lo ve sólo como un amigo. Entonces me cuenta que tiene que correr para regalarle un ramo de rosas a nuestra amiga Nayla, porque está enamorada de ella y quiere confesarle su amor después de que ella haya cantado en el festival. Después de esquivar a una familia de rumanos gitanos muy desagradables, llegamos al sitio en cuestión y Fran se declara, lo cual me produce una sensación de que algo va muy pero que MUY mal.
Entonces un tío que en 4 de ESO me acosaba me pide si le puedo agregar en facebook, a lo que yo le contesto con un sí que realmente es un no, porque se ve que en mi facebook está lleno de insultos hacia él, que obviamente, no quiero que vea.

martes, 2 de marzo de 2010

Sueño #32 - Marte explota

Estoy en el piso de estudiantes que comparto con Manu, Ana, Fran y Hiro Nakamura (?) y estamos entre todos tratando de preparar la cena. El pobre de Hiro Nakamura no se desenvuelve muy bien con los fogones, y además no tiene ni idea de cocina occidental, así que le intentamos dar algunas clases.
Mientras, mi madre me llama al móvil, lo cojo y me empieza a decir que se ha acabado todo, que me llama para despedirse, que el mundo ha llegado a su final. Lo dice con voz serena de persona que ha aceptado totalmente su destino.
Yo no puedo creerlo, no puede acabar todo así, tiene que haber algun error, le digo. Me dice que lo mire por internet, y en Google imágenes salen imágenes de Marte en llamas.
Entonces, cuando estoy en mi habitación todavía sin creerlo, me fijo que Fran está tumbado en mi cama, y de repente el mundo gira o cambia de dimensión y estoy ahí, tumbada de verdad, en el mundo real, mirando como Fran duerme.
Caigo en la cuenta de que ha sido un sueño, Marte no va a explotar. Cierro los ojos con alivio.
Y estoy ahí otra vez, enfrente del ordenador observando aterrada las imágenes del planeta en llamas. ¿Qué es real y qué es un sueño? Cada vez que parpadeo veo una realidad diferente y se me hace imposible distinguir cual es la verdadera.
Finalmente reúno fuerzas para despertarme completamente y abrazar a Fran por detrás.
De momento, Marte no explota.


Claves

- Yo soy una estudiante universitaria, imagino, sin muchas más preocupaciones que mantener en pie una casa desastrosa. La situación cambia al acabarse el mundo, claro.
- Manu, Ana y Hiro Nakamura me transmiten un entorno amigable, sencillo y casero. Me gusta vivir con ellos y nos lo pasamos muy bien juntos.
- Vivimos en una casa desordenada, un poco destartalada y polvorienta, pero es nuestra casa y nos gusta. Mi habitación por el contrario es oscura, fría y claustrofóbica.
- Al principio me siento relajada; al saber que el mundo está en sus últimas me siento totalmente incrédula, con un enorme nudo en la garganta que no me permite asimilar muy bien lo que realmente está ocurriendo.
- Mi objetivo es despertarme y huir de allí.

Colores

Nuestra casa es de tonos azulados, la luz blanca. Mi habitación es negra, casi no deja entrar la luz, y las imágenes de Marte en explosión son rojo sangriento, naranja mortal.

Otros

Muy parecido a "Apocalypse Now" http://almohadaexperimental.blogspot.com/2009/08/sueno-11-apocalypse-now.html . En ambos está a punto de producirse el apocalipsis, y en ambos éste es una noticia que sé a través de mi familia, por lo tanto se produce una relación Apocalipsis - Familia un tanto perturbadora.

sábado, 2 de enero de 2010

Sueño #31 - Abuelete salido

Un abuelo de Fran me acosa. El viejecito y su mujer acaban de llegar de no sé qué sitio de por España y pasan unos días en nuestra casa (futura casa de Fran y mía, imagino), que le guarda bastante parecido al actual dúplex de Ana. El señor se ha encaprichado conmigo y me sigue a todos lados de la casa repitíendome lo guapa que soy y lo mucho que le... en fin! Que es un incordio bastante inaguantable, y cuando se lo comento a Fran me asegura que es normal. Pues vaya abuelo! Pienso, indignada, pero toda la indignación se esfuma cuando el hombre me aparta un momento y me dice que toda su herencia será para mí, ya que soy la chica más increíble que ha conocido jamás (¿¡y su mujer?!).