Sueño #14 - Un elefante en el instituto

Principio de curso. 

Me alegro de volver a ver a la gente del instituto; ellos también parecen alegres de empezar. Me siento en general contenta y deseosa de ver cómo va el curso. Una amiga mía me cuenta muy contenta que éste verano ha aprendido a desdoblarse y que ahora en vez de una, siempre son dos. Veo a su otro yo andar por el pasillo y le sonrío. Las dos vienen a mi clase.

La primera clase del curso resulta ser un examen de Filosofía. Yo siento horror; no he estudiado nada estas vacaciones; voy a suspender.

Miro a mi alrededor y todo el mundo parece sabérselo. Entonces empiezo a leer las preguntas. La primera dice que me tengo que pinchar los dedos con agujas. La segunda que tengo que dibujar lo que quiera con mi sangre. En la tercera tengo que describir lo que he dibujado y en la cuarta llegar a una conclusión. "Vaya examen más raro", pienso, pero por lo menos no es de teoría. 

Caigo en la cuenta de que no tengo agujas con las que pincharme y se las pido a la profesora. De repente parece muy enfadada y me grita que por qué no soy más cuidadosa, que soy un desastre y que todo el mundo ha traído agujas menos yo. Me siento muy ofendida.

La siguiente clase es de matemáticas. Me llaman a la pizarra para resolver un problema, pero yo no he sabido resolver problemas jamás en la vida, y por supuesto me sale fatal. El profesor vuelve a gritarme y a llamarme inútil. 

Cuando llego a mi pupitre al lado de mi novio le cuento muy enfadada que una ofensa más y dejo los estudios, a lo que él contesta con unas palmaditas en la espalda. 

En el recreo vago tristemente por los pasillos; mucho más ruinosos y desiertos de lo que recordaba. El principio de clases no es como lo esperaba. Mis amigos me intentan animar, sin mucho éxito. 

Entonces entro en un aula donde está el profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras; un señor con esmóking, barba y los ojos muy azules. El aula está llena de reptiles, grandes aves y otros animales llamativos. El profesor tiene una conversación con un alumno que le está consultando algo, y él comenta que van a traer un elefante en breve. 

Me pregunto cómo cabrá un elefante en esa clase, y cuando salgo al pasillo otra vez me lo encuentro de cara. Es un elefante pequeño, más o menos mide el doble que yo, y eso, para un elefante es poco. Entonces me mira con sus ojos pequeñitos y súbitamente monta en cólera. Se libera de su cuidador y empieza a perseguirme. Yo corro con todas mis fuerzas por los pasillos, pero el elefante es rápido y quiere matarme. 

Llego al piso de los de ESO y entro en una de las aulas con el estúpido pensamiento que así dejará de seguirme. Pero no es así y empieza a arrollar pupitres y sillas para horror de los alumnos que en ése momento hacían clase. 

Llego a la ventana y veo que el colegio contiguo está a poca distancia, y que si salto seguramente llegaré. Así que lo hago y entro por una ventana directamente a una clase. Miro a mi alrededor y se trata de mi antiguo colegio

Me despierto.

Claves

- Yo soy ingenua y bastante tonta. Me enfado porque los profesores se meten conmigo, pero soy consciente de que no hago lo que debería. Cuando huyo del elefante corro muy lentamente, como si me pesaran las piernas.

- Creo recordar que mi novio corre conmigo durante la persecución. Él también me grita porque corro muy lentamente y es casi como si lo estuviera haciendo a propósito. Los demás compañeros de clase me miran con superioridad porque yo soy una inútil, en realidad sienten lástima por mí.

- El instituto es básicamente igual, pero un poco más grisáceo y muerto. Hace frío y está nublado. En general el ambiente está enrarecido; no es para nada agradable. 

- Me siento a la vez enfadada por los que se meten conmigo y conmigo misma por ser tan irresponsable. 

- Mi objetivo fundamental es huir del elefante y salvar mi vida; lo demás realmente es poco importante. 

Colores

- Gris pétreo de las paredes del instituto y del cielo encapotado, también del elefante. En realidad, es como si todo tuviera un filtro gris.