Estamos mis amigas y yo en los recreativos de una mansión que parece un casal de jóvenes, o algo así. Hay dos niños jugando al Dance Dance Revolution; lo hacen muy bien pero ponen cara de aburrirse. Les pido que me dejen bailar un poco, y por supuesto lo hago fatal. Ellos no se ríen de mí; se limitan a seguir bailando.
Les digo a mis amigas que tenemos que irnos porque hemos quedado con los otros amigos en el cine, pero una de ellas dice que su madre no le deja ir. Entonces la otra le dice que no se preocupe, que ella la llamará y la convencerá.
Mientras observo como los niños ganan su décimo premio consecutivo en el DDR, ella llama, y al ver que no consigue nada, empieza a insultar a la madre y a llamarle de todo menos guapa. Avergonzada de mi amiga me adentro en el casal, que es tétrico y oscuro y veo colgado en la pared el cuadro de Frankenstein que pinté hace un tiempo.
Me despierto.
Claves
- Yo soy yo, pero muy apagada.
- Los demás son unos sosos que no proponen ningún plan interesante para hacer y si yo propongo algo no les parece bien.
- La sala es apagada, aburrida, y no hay nada por hacer aparte de bailar, cosa que hago fatal.
- Me siento muy, muy, muy pero que muy aburrida.
- Mi objetivo es dejar de aburrirme y por lo tanto dejar este escenario tan soso.
Colores
- Marrones grisáceos y polvorientos, beige, colorines amarillos y rosas de la tabla del Dance Dance.
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