Estoy en una especie de restaurante/pub irlandés que en el sueño identifico como el Capuccino. El color marrón está por doquier. No dejo de decirle a Marta que estoy leyendo una obra de J. D. Salinger (para los que no ubiquen el nombre, se trata del tipo que escribió El Guardián entre el Centeno). Tiene un nombre muy cursi y poco original, pero continúo insistiendo en que es uno de los mejores libros que hay.
Poco después me encuentro en una especie de vestuario/cámara de gas gris de mi instituto, hablando a todo el mundo del libro de Salinger, aunque no por mucho tiempo. Al levantar la vista estoy solo.
Y luego, como para rematar, me pongo a buscar en mi maleta el libro en cuestión, para enseñárselo a la gente.
Luego estoy de vuelta en el restaurante, solo. De repente, aparecen como cinco personas desconocidas y pesadas. "Así es la vida", me digo.
Despierto.
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Vale, inquietudes porque sientes que lo que a ti te interesa no le importa a nadie? xDD
ResponderEliminarExcepto a mí, claro, que siempre me acabo leyendo los libros más gordos y pesados que existen (en realidad, Azogue me está gustando xDD).
El precio por tener un montón de amigos, es escuchar un montón de cosas que no te importan.
Cierto, así es la vida!
xD
Si Azogue te gusta... espera a que te pase alguno con argumento xDDDD
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